domingo, 30 de mayo de 2010

Born to be wild

Se nos marcha Dennis Hopper, uno de los nuestros.

Repasar la filmografía de este auténtico crack cinematográfico supone un maravilloso paseo por algunos de los grandes títulos de la historia del cine de los últimos 50 años. Como actor podemos encontrarlo en "Rebelde sin causa", "Gigante", "Duelo de Titanes", "Cometieron dos errores", "La leyenda del indomable" o "Apocalypse Now".

Como director, únicamente os recordaré que su debut se produjo en 1969 nada más y nada menos que con "Easy Rider: Buscando mi destino", film que además de dirigir co-protagonizó junto a Peter Fonda y Jack Nicholson. En la banda sonora: Jimi Hendrix, Bob Dylan y los míticos Steppenwolf que quedarían para siempre inmortalizados e indisolublemente ligados a la magistral obra de Hopper merced a un auténtico temazo titulado "Born to be wild", himno y bandera de la contracultura estadounidense.

Sin embargo (y a pesar de que una carpeta negra que reproducía insignias metálicas de Easy Rider me acompañase durante la mayor parte de mi etapa universitaria, granjeándome por cierto las simpatías de los escasos moteros "oscuros" que alguna vez deambulaban por las aulas) Dennis Hopper me ganó definitivamente con su soberbia interpretación en "Amor a quemarropa", una película que me encanta y sobre la que en algún momento escribiré aunque sólo sea una breve reseña.

En "Amor a quemarropa" (guión original de Quentin Tarantino) Hopper encarna el papel de Clifford Worley, padre del protagonista de la historia, Clarence (Christian Slater). Clifford es un ex-policía y ex-alcohólico que ha llevado una mala vida y al que nadie se atravería a calificar como un padre siquiera medianamente decente. Sin embargo el destino tiene reservado para él un momento cumbre en el que poder redimirse dando la vida por su hijo.

La escena dedicada al encuentro de Christopher Walken (y sus secuaces) con Dennis Hopper supusó para este humilde servidor -desde el primer momento en que la vió- un momento cumbre en la historia del cine. Hopper (realmente su alter ego, Clifford) es sometido a una indescriptible tortura que le conducirá, pronto si revela el paredero de su hijo o tarde en caso contrario, a una muerte segura. Y en ese momento, inmerso en un dolor insoportable, es capaz de encontrar la serenidad y decidir la mejor manera para recortar al máximo su agonía y marcharse de este mundo como sólo los grandes pueden hacerlo. Y es que a veces hay mucha más dignidad en la derrota que en la victoria.

Se nos marcha Dennis Hopper, nacido para ser salvaje, vividor de una vida de excesos, genio ... Genio, porque sólo los genios pueden visitar el cielo y el infierno, encontrar el infierno en el cielo y volver a la tierra para alcanzar la gloria.

Nos vemos si nos vemos.
5 ostrillizos: Born to be wild Se nos marcha Dennis Hopper, uno de los nuestros. Repasar la filmografía de este auténtico crack cinematográfico supone un maravilloso pase...

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