martes, 8 de marzo de 2011

Soledad

Sobre la soledad tratada desde perspectivas opuestas y tantos enfoques como personajes aparecen en las dos cintas de las que hoy (tras una lenta digestión) toca hablar.

De la primera de ellas os diré que justo al terminar de verla por primera vez, me dí cuenta de que el cerebro humano ciertamente posee una propiedad intrínseca, denominada plasticidad, que le permite cambiar lentamente de forma, lo que a su vez repercute en la modificación de otra propiedad estructural de los cuerpos, del cerebro en este caso, a la que algún día dedicaremos un post: la frecuencia natural o frecuencia de resonancia. Tiempo atrás mi respuesta hubiera sido prácticamente nula ante un estímulo con idéntica longitud de onda que la correspondiente al film francés que analizaremos en primer lugar. Pero se ve que mi cerebro cambia (ergo yo cambio) y ya es capaz de sintonizar las emisiones en DAB.

De la segunda puedo contar que me hizo sentir felizmente snob al saber que la mayoría de las personas que (como quien suscribe) gustan de este tipo de cine, jamás serán capaces de comprender mínimamente la esencia del mismo y se conformarán (nos conformaremos) con reconocer una temática (fundamentalmente), una estética y una forma de contar historias muy apartada de los gustos mayoritarios en nuestra sociedad.


Juntos, nada más: la perspectiva optimista. Una de esas películas que en versión original gana muchísimos enteros, empezando por el título "Ensemble, c'est tout" todo resulta más amplio, más expresivo, más sonoro, más ... no sé, simplemente mejor. Protagonizada (aunque no lo parezca a simple vista) por un hombre de mediana edad, procedente de una familia aristocrática, que se gana la vida vendiendo postales a las puertas de un museo y que, debido a un problema con la herencia familiar, se ve obligado a vivir durante un tiempo en un gran piso que fue propiedad de su abuela y que, no recuerdo bien por qué razón, decide compartir vivienda con un joven cocinero que es un gran trabajador aunque al mismo tiempo lleva una vida un tanto disipada. El argumento es bastante previsible, no obstante, permite dibujar unos cuantos perfiles solitarios que poco a poco dejan de serlo, cada cual a su manera, pasando de estar simplemente juntos (y sólos) a estar unidos (no sólos). Poco puedo decir de Audrey Tautou salvo que reúne tres características indispensables para que yo me fije en una mujer y que, evidentemente, poco tienen que ver estas características con la exuberancia de las formas femeninas.


Whisky: la perspectiva pesimista. Al tratarse de un film uruguayo no hay pérdida de información debida al doblaje, aunque tampoco estaría de más verla una segunda vez (la segunda ocasión en que visioné "Ensemble, c'est tout" lo hice principalmente para escuchar los diálogos originales). En este caso se nos presentan básicamente tres maneras de afrontar la soledad: la aceptación, la mentira (negación) y la evasión (o el intento de fugarse a toda velocidad de cuanto la soledad implica). Una película simplemente genial, con escasos diálogos, con una gran pelea fraternal -ganada gracias a la contundencia de un argumento irrebatible- en la que no hay golpes, ni contendientes, ni siquiera una palabra más alta que otra, ... La vida en estado puro y un final difícilmente superable.

Como nota final a pie de página haremos mención a los requisitos necesarios para poder "hincar el diente" a este par de obras:
- Indispensable: MS-DOS y WordPerfect a nivel de usuario.
- Recomendable: dBaseIII+ o similar.

5 ostrillizos: Soledad Sobre la soledad tratada desde perspectivas opuestas y tantos enfoques como personajes aparecen en las dos cintas de las que hoy (tras una l...

5 comentarios:

Franiky dijo...

Juntos, nada más me pareció demasiado pánfila, demasiado impostada, planeada, llevada a cabo para provocar un efecto, que por lo menos en mí no provoca, y eso que últimamente estoy afrancesado perdido y me puedo tirar dos o tres horas viendo como cuatro o cinco franceses comen en un jardín, bebiendo vino tinto y hablando de temas elevados.
¡Pero amigo! Whisky es otra cosa muy distinta, es un pedazo de vida metido en una pantalla, y como vida que es, es amarga, negra, descorazonadora... atención al cine uruguayo que parece ser que quiere llegar a algún sitio, la última uruguaya que vi, El hombre de al lado, va sobre un arquitecto que tiene como vecino a un tío más o menos macarra que quiere abrir una ventana en su casa pero que da al patio medianero de las dos viviendas, descomunal la interpretación del vecino macarra y descomunal el final, como el de Whisky, por cierto.
De todas formas creo que de las dos películas se puede sacar la importante enseñanza de que la soledad es mucho menos soledad cuando de piel para adentro tiene uno con lo que entretenerse.

Franiky dijo...

Error, me liao, la de El hombre de al lado no es uruguaya, es argentina.
La uruguaya que te quería decir es Mal día para pescar, de un manager que lleva a pueblos pequeños a un ex luchador de lucha libre soviético (¡¡ganador de la Espartaquiada!!) viejo y casi acabado. Llegan a un pueblo y al revés que en el resto de sitios que han estado, el manager no puede apañar un combate fácil y amañado, y el adversario es mucho más joven y fuerte que el ruso. Gran película también.

ostrillizos dijo...

Casualidades de la vida, los amigos de ctk programaban precisamente anoche "Mal día para pescar", de manera que recomendada por ti a las 20:45:00 y vista por mí a partir de las 22:00:00.
Gran película, te doy la razón, que en los primeros minutos no conseguía atraparme por completo pero que poco a poco me fue ganando hasta llegar al APOTEÓSICO final APOTEÓSICO (que también me hubiese gustado si sucediese justamente al contrario), pasando evidentemente por esa frase mítica que no tardaré en hacer mía: "NO BEACH" (because of my skin).

Los uruguayos (aunque acabe de firmar mi sentencia de muerte ... ¿en qué se diferencian de los argentinos? ¿y viceversa?) están haciendo grandes cosas en muchos campos relacionados con el arte y la creatividad así que es cuestión de estar atentos y no perderles demasiado la pista ¿no?

Unknown dijo...

Hablando de cine francés no sé si habréis visto "De dioses y de hombres". La escena muda de la degustación de vino durante la cena es espectacular, sobrecogedora. Otra manera de ver la soledad. Desde el lado místico esta vez.

Franiky dijo...

Yo la tengo en tareas pendientes, me la han recomendado ya más de una vez, así que habrá que verla.

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