El martes que, con suerte, será martes

Seguimos mejorando y ya toca recuperar poco a poco el ritmo habitual de atención a las obligaciones y a las devociones. Últimamente he escrito mucho más sobre mí mismo que sobre el mundo por lo que me he sentido más egocéntrico que de costumbre aunque, por otro lado, cuando escribo sobre el mundo realmente trato sobre "mi mundo" así que al final me tranquiliza pensar que el egocentrismo ha tocado techo y difícilmente podrá crecer más.

La parte positiva de este último mes ha sido la percepción subjetiva de la velocidad a la que discurre el tiempo. Sin hacer gran cosa un mes ha tardado en pasar el equivalente a 5 o 6 meses vertiginosos, de esos en los que un día dura 1 segundo y una semana apenas llega a durar un minuto. Y en este tiempo extraño he contemplado un mundial de fútbol con una perspectiva diferente a todos los anteriores, por eso quizá no voy a escribir sobre el deporte rey ni hoy ni el próximo domingo aunque os anticipo que probablemente el martes sí que toque analizar lo que ha sucedido en el mundo (mundial) y que este análisis poco (realmente nada) va a depender de un resultado más.

Hoy, a alguna hora del día, un parroquiano de los fijos del blog habrá escuchado un tema de La Unión o de Fangoria que ni es de Family ni se titula "Viaje a los sueños polares" ... lo que me recuerda que en su día prometí un post dedicado a los elefantes que no versará sobre los paquidermos ni sobre el grupo musical homónimo sino más bien sobre un sello discográfico por el que siento especial predilección (¿casualidad que Family grabase con Elefant Records?).

Los elefantes, otros elefantes, vendrán desde África y probablemente una vez más no lleguen a cruzar los Pirineos. Y es que los romanos son muchos romanos y pueden con todos (salvo con una pequeña aldea irreductible de la Galia).

P.D. 1: Alemania es una constelación que se encuentra a años luz de distancia de Europa.
P.D. 2: Nos reencontramos el martes (si el mundo no se acaba antes).

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