jueves, 3 de febrero de 2011

Munich ya no nos quiere (o todo lo contrario)

Hace tiempo que los chicos de Lori Meyers decían aquello de "Tokyo ya no nos quiere" y hoy digo yo, como anticipo a un futuro post sobre la banda granadina y a modo de reflexión sobre una noticia relativamente reciente, que es Munich la que ya no nos quiere ... o más bien justo al contrario. Y es que parece que Alemania ha vuelto de nuevo su mirada hacia España para buscar profesionales (que alguno hay) en múltiples y variados campos de actividad.

Ya que hablamos de Alemania se me ocurre contaros un par de historias sobre los momentos en que he estado cerca (aunque luego tuviese que poner los pies en el suelo) de marcharme una temporada más o menos larga al extranjero. No recuerdo con exactitud cómo empezó este asunto, aunque creo que fue a raíz de un artículo que leí en ABC -en el auténtico ABC no en el de ahora- o en la revista Actualidad Económica cuando apenas tendría escasos ocho o nueve años (¿qué tipo de niño lee el ABC o Actualidad Económica con esa edad?) y en el que hablaban de la posibilidad de cursar estudios de grado medio (bachillerato) en Estados Unidos. Probablemente aquella fantasía infantil debería haberse diluido con el paso del tiempo pero lo cierto es que ni se convirtió en una obsesión ni llegó a desaparecer del todo y un buen día sucedió, como la mayoría de las cosas buenas que me pasan, que por puro azar (no andaba yo buscando nada de eso) mi profesora de inglés apareció en clase con unos folletos relativos a unas becas de estudios en el país norteamericano. Ni corto ni perezoso y sin pedir permiso previo decidí rellenar la solicitud de información (que únicamente cumplimentó otro alumno más en mi curso) y algunas semanas después recibí en casa un gran sobre con todos los datos necesarios y el procedimiento a realizar para cursar el equivalente a 3º de B.U.P. en los Estados Unidos. Con quince años y poco tuve la serenidad de plantearme el futuro a corto y medio plazo y las posibilidades reales de embarcarme con éxito en esta aventura y, bueno, digamos que ahorre a mis padres una curiosa charla para convencerme de las múltiples razones que podían desaconsejar mi marcha.

Algunos años después y otra vez de forma totalmente casual, se cruzó en mi camino la posibilidad de abandonar nuestro país. En los últimos cursos de carrera, algunas veces por cuadrar horarios o por afinidad con algún profesor o simplemente por poder compartir clase con algún amigo, había ido perfilando un curioso currículum que me llevaba a especializarme parcialmente en Electrónica, más aún en Comunicaciones y principalmente en Telemática, y dentro de todo esto (y otra vez sin haberlo buscado yo) por coincidencia de asignaturas y laboratorios cuasi azarosamente elegidos había terminado por ser una de las pocas personas a nivel europeo (si no recuerdo mal no llegábamos a cincuenta) que sabía manejarse con cierta destreza en la utilización de un simulador de redes bastante concreto y específico. Y todo esto llevó a que otro buen día, sin esperarlo, recibiese una oferta para participar en un proceso de selección (que aunque quede mal por mi parte decirlo, creo que habría superado sin muchas dificultades) de ingenieros para DoCoMo Euro-labs en Munich, donde se supone que habría trabajado en la implementación y evaluación en el simulador de un mecanismo desarrollado por la gente de DoCoMo (cuya matriz, por cierto, se encuentra en Tokyo) para el control dinámico de la calidad de servicio en tráfico inter-redes. Pero la oferta llegó en muy mal momento y ahí terminó aquella historia.

Ahora que Munich vuelve a querernos y que estamos próximos a establecer una nueva embajada en territorio británico me pregunto qué tendrá guardado el destino debajo de la manga ... a lo mejor otro buen día decide brindarme la posibilidad de marchar a Nueva Esperanza (o Nueva Ermita de la ...).
5 ostrillizos: Munich ya no nos quiere (o todo lo contrario) Hace tiempo que los chicos de Lori Meyers decían aquello de "Tokyo ya no nos quiere" y hoy digo yo, como anticipo a un futuro post...

1 comentario:

laprime dijo...

Y dónde estaba yo que no recuerdo eso... mi libreta no está a la altura
Curioso recuerdo el de Actualidad Económica... qué tiempos...
Pues ya sabes, atento que a la tercera... Pero avísame con tiempo eh?

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