Dentro de poco escribiré sobre gastronomía ... pero aún no ha llegado ese momento.
Los Hermanos Marx (Groucho, Chico y Harpo, Zeppo no cuenta) crearon un estilo de humor surrealista que por desgracia ha sido imitado hasta la saciedad de las maneras más burdas y zafias, lo que a su vez ha horadado en cierto modo el prestigio y ha enturbiado el maravilloso recuerdo de estos hijos de inmigrantes que tuvieron la suerte de estar en el lugar adecuado justo en el momento adecuado.
¿Alguna vez habéis reido hasta el punto de tener que parar de reir porque os dolían hasta las sienes? Yo sí. En tres ocasiones que recuerdo con notable claridad ... y una de ellas fue precisamente con los Marx ... las otras dos fueron con ostrillizos, pero claro ostrillizos también bebieron en su día de esta hilarante e inagotable fuente de inspiración.
En blanco y negro, no por exigencias de guión o como recurso para evocar cierta emotividad, sino simple y llanamente porque había que filmar así (era la tecnología de la época), los Marx rodaron casi una veintena de películas de éxito que pueden revisarse sin acusar en exceso el paso del tiempo varias décadas después de su producción.
Imprescindibles, desde luego, pero eso no hace falta que os lo diga yo.
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