martes, 17 de noviembre de 2009

El pianista ... que jugaba al fútbol

¿Otra de argentinos? Pues sí. ¿Otra de futbolistas? Pues no. Escribo hoy sobre un tipo inteligente, noble, culto y sensible, con una sensibilidad especial para la música y en particular para un instrumento señorial: el piano. Exquisito en el trato, de refinados modales y sobre todas las cosas limpio y puro de alma y corazón, Santiago Hernán Solari es uno de los ídolos a los que de verdad me gustaría conocer en persona. Conversar con "El Indiecito" debe ser una experiencia única y altamente enriquecedora, de esas que uno no olvida con el paso del tiempo.

Santi Solari llegó a España en 1999 para enrolarse en las filas del Atlético de Madrid, pero en el Calderón ya había demasiados indios así que decidió, aconsejado por su cuñado (que no su primo como dice la Wikipedia) Fernando Redondo, trasladarse a Concha Espina, un lugar mucho más acorde con la altura de este pianista que en sus ratos libres jugaba al fútbol ... y no lo hacía mal del todo, la verdad, era un tipo voluntarioso, constante, siempre presto a aprovechar la mínima oportunidad que se le ofreciese y a seguir trabajando cuando se le negase, sin decir jamás una palabra más alta que otra.

En el diccionario de la R.A.E., si se me acepta la sugerencia, junto a la definición de "SEÑOR" debería aparecer una ilustración alusiva a Santi Solari ... sí señor, eso debería.
5 ostrillizos: El pianista ... que jugaba al fútbol ¿Otra de argentinos? Pues sí. ¿Otra de futbolistas? Pues no. Escribo hoy sobre un tipo inteligente, noble, culto y sensible, con una sensibi...

2 comentarios:

Franiky dijo...

Esto... emm... Solari, sí... qué podemos decir de Solari... sí, vale, que tocaba muy bien el piano... mmm... vale.

Parafraseando a cierto medio centro brasileño de cierto equipo gallego en cierto programa de Canal Sur presentado por cierta presentadora que luego se fue a cierto canal nacional y ciertamente fracasó, tengo que decir que:

¡A mí no me gusta Solari!

ostrillizos dijo...

Dos comentarios (dos puntos):

1.- Si te gustase Solari, empezarías a preocuparme ... y mucho. Un tipo en pijama, con una peluca rubia, en un descampado de Málaga y al que además le guste Solari ... es algo a la par que insólito ciertamente preocupante.

2.- Me encantan los comentarios que resultan inescrutables para los seres que nunca habitaron ni habitarán en este metaverso construido antes de todos los siglos.

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