Vivir y recordar

Sostengo una teoría personal y particular que trata sobre la posibilidad de representar gráficamente nuestra existencia mediante una curva gaussiana resultante de la relación de correspondencia existente entre nuestra evolución personal (ordenada) y el tiempo de vida transcurrido (abcisa).

Estas curvas serían distintas para cada uno de nosotros pero habitualmente digo yo que compartirían características comunes. En una primera parte, desde t=0 hasta un instante temporal indeterminado que denominaremos t1, nuestra evolución personal crece a ritmo vertiginoso sin parecer tener límite. En una segunda parte, desde t1 hasta otro instante que denominaremos t2, la curva se hace plana, es decir, nuestra evolución se frena en seco pero aún así no perdemos ninguna de las capacidades previamente adquiridas. Desde t2 en adelante ... bueno, ahí viene la cuesta abajo ... sin freno ...

Y se me da por pensar que en el intervalo delimitado entre t1 y t2 se produce una transición gradual en la que cada vez ganan más peso los recuerdos frente a la experiencia vital presente. Así que quizás podríamos determinar un instante concreto t* (donde t1 < t* < t2) en el que pasamos de "vivir" a "recordar".

Desde esta perspectiva pudiera antojarse un panorama desolador: ¿indefectiblemente dejaremos de evolucionar?, es más ¿estaremos ya en la zona plana de la curva? ¿o tal vez en la zona de "caída libre"? Ciertamente lo que sería a priori imposible son los retrocesos temporales, es decir, la vuelta a un instante temporal anterior, puesto que supondría una discontinuidad temporal inadmisible según unos cuantos principios de la física en la que creemos "a pies juntillas". Sin embargo ...

Sin embargo, hay seres capaces de moverse en bucles de refinado evolutivo permanente e incluso capaces de crear discontinuidades de salto finito (aún no he visto una discontinuidad de salto infinito en seres humanos reales, de los de carne y hueso) en la zona plana de la curva. A estos seres unos los llaman genios y otros los llaman locos.

Desenchufo el cable, a ratos me cuesta horrores mantenerme atento a la vida que sucede en el espectro visible y audible ... y me marcho con el duende oculto que alimenta mi locura y destroza toda realidad ... Nos vemos en el tercer cuadrante, donde las abcisas y las ordenadas son negativas, donde los normales no entienden lo que ocurre ...

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