domingo, 26 de agosto de 2012

Conceptualizando


Suele ser la estación veraniega un tiempo propicio para las vacaciones, el descanso, el recreo, el ocio, el divertimento, ... Las temperaturas tan elevadas que habitualmente nos acompañan en estos días hacen que (quizás forzosamente) cambiemos nuestras costumbres habituales y bajemos un poco de revoluciones, especialmente en cuanto a la "actividad cerebral / intelectual" se refiere. La prensa se vuelve más estúpida que de costumbre, la cartelera cinematográfica se llena de títulos perfectamente prescindibles, la música se vuelve "pachanguera" por donde quiera que uno vaya, y hasta las conversaciones habituales con amigos/familiares/conocidos parecen resentirse considerablemente y bajan bastante de nivel ...

Quizás no sea el momento del año más oportuno para empezar a tener ideas brillantes, para muchos ni siquiera es buen momento para pensar ... Pero, bueno, a mí me parece que -voluntaria o involuntariamente- siempre me ha gustado (o me ha tocado) nadar a contracorriente y precisamente en verano ... es cuando más se nada ¿no?

Por eso llevo ya ("a lo tonto a lo tonto") unos cuantos meses ideando cosas, estudiando, investigando, pensando, re-pensando, creando, hablando, escribiendo, y, sobre todo, conceptualizando. Cuanto más aprieta la calor parece que mi cerebro se siente mejor, alcanza su particular punto de ebullición y entonces no me da tregua ni descanso (ni a mí ni a quienes tienen que soportarme en semejante estado).

Recuerdo a lo largo de mi vida algún que otro verano tan "brillante" como éste. Épocas en las que las ideas fluían a ritmo vertiginoso en forma de guiones radiofónicos, relatos cortos (que pretendían dar pie a la realización de algún que otro cortometraje), proyectos de redes sociales (mucho antes de que Mr. Zuckerberg revolucionara internet), ingeniería inversa de productos software, ... Siempre en verano, con algo más de tiempo libre, con menos horas de sueño, con algunos kilómetros de nado a las espaldas, ... y siempre con calor asfixiante (que parece ser condición sine qua non para que todo esto fluya).

Últimamente, mientras no escribía en el blog, andaba ocupando -entre otras cuestiones- elaborando dossiers en los que pretendía contar a gente muy diferente algunas cosas que ni siquiera yo mismo sabía qué eran exactamente. Tarea harto complicada ésta, os lo aseguro, en la que uno se explica a sí mismo sus propias ideas casi al mismo tiempo que las expone ante los demás ... [como un funambulista imposible, leyendo en braille los paso del siguiente mortal]

Y aquí estamos ya, encarando los últimos días de agosto con buena parte de los deberes hechos y esperando que los "exámenes" que nos quedan por pasar no se compliquen en exceso. Septiembre será tiempo de vendimia y marcará el comienzo del último trimestre de 2012, tres meses más para terminar de definir un ambicioso plan estratégico cargado de ilusión y ganas de sentirme bien conmigo mismo y con las cosas que me toca hacer en esta vida.

Estoy razonablemente contento. Cada mañana cuando me miro al espejo estoy más convencido de que el tipo que tengo justo en frente se parece más y más a un hombre orquesta.

Ahora escribo partituras para una banda de hombres orquesta (y mujeres orquesta ... no se me vaya a enfadar nadie) y albergo la humilde esperanza de que seamos capaces de hacer juntos algo de ruido. Si conseguimos poner nerviosos a los vecinos, me doy por satisfecho (:P).

5 ostrillizos: Conceptualizando Suele ser la estación veraniega un tiempo propicio para las vacaciones, el descanso, el recreo, el ocio, el divertimento, ... Las temperatu...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por si acaso... ya te contesté en el anterior post con más comentarios.
Leido este me reafirmo en lo escrito. Te llama algo en tu interior. Cuando conozcas entenderás que hay un objetivo en la vida, aunque la vida como hombre es corta.

< >