sábado, 31 de marzo de 2012

Getsemaní

Esta noche cuando te mire y parezca que pasas de largo.
Esta noche cuando tu silencio me enmudezca.
Esta noche cuando vuelva a cumplirse la hora y queramos volver a escapar del inapelable destino.
Esta noche cuando una vez más seas tú quien dé el primer paso ... y todos los que hagan falta ...
Esta noche ... esta noche será la octava.

Llegaste a mi vida poco a poco, paso a paso, casi sin darme cuenta, moviendo hábilmente los hilos, cruzando mi camino con otros caminos que habrían de llevarme a ti. Quisiste estar presente antes de que todo ocurriese para que así al llegar a Getsemaní, al derrumbarme por completo, al pedir clemencia al cielo sabiendo que la sentencia era definitiva, al llorar ya sin lágrimas ... cuando todo sucediera pudiese verte a mi lado, donde tú querías estar desde el principio aunque yo siga sin entender por qué.

Me dijiste sí antes de saber mi pregunta y sigues diciéndome sí aunque a veces ni te pregunte. Y te empeñas en que camine a tu lado y haces que mi corazón sea transportado por otro corazón inmensamente más grande que el mío y que nuestra oración se funda en una noche y que las distancias no existan y el tiempo se transforme ... y no dejas que el olvido se adueñe un solo día de mi memoria y te empecinas en que vuelva a levantarme cada vez que caigo y te vales de sus manos, sus palabras y sus gestos para volver a conseguirlo.

Sabes bien cómo soy, me conoces mejor que nadie ... Conoces todos mis defectos y debilidades y pese a todo no te alejas de mí. ¿Por qué no me has abandonado?

Dicen que tú eres de madera, yo soy de barro. Dicen que ya no estás y yo te sigo sintiendo cerca. Digo a veces que no me oyes y soy yo quien no te escucha. Y después de todo ... después de todo sigues estando aquí.

Esta noche aunque llueva, aunque los cirios permanezcan apagados, aunque la música deje de sonar, aunque no haya aplausos ni vítores, aunque el folclore sucumba ... volverás a doblar la esquina y te llevarás contigo mi plegaria ... Tú y yo bien sabemos lo que quiero pedirte ante todo. Tú y yo bien sabemos todo lo que quiero agradecerte este año ...

Hace diez años una medalla selló nuestro pacto: me dijiste ven y fui. Hace siete años las flores simbolizaron nuestro amor: quisiste estar con nosotros, quisiste estar con él y nosotros quisimos estar contigo y que él siga estando contigo. Aquella fue nuestra primera Noche de Ramos.

Un año más tarde nació un compromiso entre hermanos, un compromiso que se renueva cada día y año tras año en un íntimo ritual: la capa, el antifaz, el fajín, los guantes, ... todo lleva ya semanas dispuesto sobre una cama pero hasta hoy -domingo por la mañana- todo estará incompleto ... Me acerco a la mesilla de noche y vuelvo a sacar la medalla que lleva un año esperando. En silencio, con mimo y cuidado la traslado hasta el "cuarto del abuelo" y la coloco junto al resto de la indumentaria. Quedan unas horas hasta que llegue el momento en que escuche su voz pronunciando mi nombre. Entonces llegará el momento de colocar junto al suyo mi corazón y el corazón de todos los que volveremos a esperarla en cada esquina, en el balcón, en una sala de estar, a cientos de kilómetros de distancia, a miles de kilómetros de distancia ... donde quiera que él esté ...

Esta noche cuando me funda en un abrazo contigo y las incontenibles lágrimas acudan a su cita, llueva o no llueva, esta noche sabré que Él sigue estando con nosotros y sin palabras volveré a preguntarle ... y sin palabras volveré a preguntarte: ¿por qué no me has abandonado?
5 ostrillizos: Getsemaní Esta noche cuando te mire y parezca que pasas de largo. Esta noche cuando tu silencio me enmudezca. Esta noche cuando vuelva a cumplirse la ...

1 comentario:

laprime dijo...

Porque nunca jamás nos abandonarán, nuestra unión es y será siempre tan fuerte y sólida como esa medalla que consolidó nuestra unión a Él y esa es la fuerza que nos permite vivir cada día, respirar cada día, caminar cada día... aunque los ojos húmedos y rojos esta noche me acompañen un buen rato

< >